Vamos tan rápido, tan rápido… que nos alejamos fácilmente de nosotros mismos.
Nos cuesta estar presentes, nos cuesta vivir con plenitud en el ahora. Ahora estamos aquí, pensando en mañana o en ayer o en como sería si…y nos perdemos el ahora que es: la vida.
¿Estamos presentes en el sexo?
De esta falta de presencia no se escapa el sexo, pareciera que no podemos detener los procesos mentales y ante tantos estímulos la velocidad mental cada vez va más rápido, tanto que nos desconecta del ritmo de la experiencia en el cuerpo físico.
En mis sesiones personales escucho reiteradas veces:
- “Ojalá acabe rápido para dormirme ya”
- “Déjame fantasearme otra vivencia a ver si acabo”
- “Si no tengo fantasías no tengo placer”
- “Fingí el orgasmo para irnos rápido”
- “Se me notan las estrías (o celulitis, o gorditos)”
- “Que estará pensando”
- “Se siente mejor cuando me masturbo”
Muchas personas se llenan de pensamientos durante el encuentro sexual, y se pierden de disfrutar en presente de ese encuentro.
Mecanizado y desconectado
Creo que en general tenemos la tendencia a hablar más de sexo de lo que lo practicamos, y cuando lo practicamos a veces estamos tan desconectados del presente que se vuelve desconectado y mecanizado.
Para disfrutar del cuerpo, necesitamos aprender a estar en conexión con el cuerpo, a sentirlo, a permitirle expresarse, si no hay conexión con nosotros mismos y con el otro no hay placer.
Tantas personas creyendo que el sexo es eso mecanizado que experimentan y que acaba con un orgasmo localizado, sin saber que es libertad, placer infinito, expansión, amor.
Ir más allá
Para ir más allá y hacernos presentes en nuestros encuentros sexuales primero necesitamos ocuparnos de nosotros mismos.
Los talleres de Julio: «Activa la energía sexual» y el «Programa Mujer Infinita»
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