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Muchas personas se inhiben de sentir placer por considerar su expresión sexual inadecuada, creer que el sexo es sucio, que su cuerpo no se ve bien o piensan que permitirse estimularse y sentir placer no es algo bueno.

 

El origen de las creencias

Si somos sexuales, si estamos diseñados para sentir placer, ¿de dónde vienen estas creencias?

La moralidad, las construcciones sociales que nos programan, las creencias, los conceptos arraigados provenientes de la sociedad, la familia, el entorno, la religión afectan nuestra expresión sexual más de lo que nos damos cuenta.

Recibo en mi consulta muchas mujeres que sienten inhibiciones con respecto al placer, por ejemplo, si bien están dispuestas a hacerle sexo oral a su pareja, (muchas disfrutándolo otras no) no están dispuestas a recibir sexo oral con la misma libertad que el hombre.

 

La importancia de relajarse

Muchas mujeres no disfrutan el sexo oral porque no pueden relajarse, tienen poca aceptación positiva de su propio cuerpo, no se sienten cómodas cuando las miran y estimulan su vulva directamente.

Muchas mujeres sienten esto, y no lo dicen.

Verse a sí misma de piernas abiertas con una lengua estimulando su clítoris y una mirada enfocada en su vulva, su vientre, la expresión de su rostro, las curvas de su cuerpo, la textura de su piel, simplemente las tensa y no logran relajarse lo suficiente como para disfrutar libremente del sexo oral.

 

El valor de la estímulación femenina

Si bien, la excitación alta permite que se desdibujen los límites de la mente y que la mujer en algún momento llegue a dejar de pensar tanto y entregarse a sentir, para llegar a este punto se necesita un estímulo que vaya más allá de los pocos minutos de gloria sexual que propone lo masculino.

 

Mujeres en silencio

Lo que más me impacta de esta situación, es que ellas no hablan de ello, viven sus experiencias sexuales en silencio.

Como mujeres cargamos con más condicionamientos de los que creemos, una sociedad que no nos apoya en la aceptación positiva de nuestro propio cuerpo tal como es, que no nos enseña que sentir placer es nuestra naturaleza y además es bueno, que nos dice que no está bien mostrarse sexual, libre.

Pero a la vez es una sociedad hipersexualizada, los medios de de comunicación nos invitan a seguir modelos que no son reales, que difieren de lo que somos y sentimos… tenemos muchos condicionamientos que dejar atrás.

 

Tiempos para desaprender

Tenemos mucho que desaprender, si es verdad que estamos cambiando, estamos trabajando en una nueva forma de expresarnos, sentir, disfrutar el sexo y además expandirnos y evolucionar, pero nos falta mucho camino por recorrer y el comienzo del cambio es algo individual.

Si eres mujer, ojalá al leer estas líneas sientas un click que te permita relajarte, mirar tu cuerpo con amor, comenzar a tocar, ver, estimular tu vulva con alegría.

Ojalá sea el comienzo de una autoaceptación tal que puedas permitirte sentir todo el placer que mereces, no solo en el sexo oral, sino en la expresión sexual en general, en el trascurrir de tu vida.

Si necesitas apoyo los espacios privados de terapia sexual y el programa de sexualidad para la mujer puede ayudarte.