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En la sociedad sexualizada que vivimos, creemos que el  buen sexo tiene que ver con tener una pareja que nos desee locamente, alcanzar el orgasmo, eyacular o desbocarnos en más experiencias de las que realmente deseamos, todo por lograr algo del placer que nos promete lo que creemos que es «buen sexo».

 

Lo que hay 

 

Buscamos no solo más y más experiencias, tambien técnicas, afrodisiacos, gurús del sexo, expertos en deseo, pastillas mágicas, etc, que nos mantengan potentes, estimulados, dispuestos a tener más y «mejor sexo».

Los hombres sueñan con tener potentes y poderosas erecciones que duren mucho y que den mucha satisfacción.

Las mujeres sueñan con ser más deseables, sensuales, eróticas y capaces de atraer hombres que las deseen y satisfagan.

Dejame contarte, el buen sexo no es solo penetración.

 

Des-construir creencias

 

Nos esforzamos por ser más sexuales, más eróticos, más deseables, por tener encuentros más fogosos, más erecciones, así como lo que vemos en películas, publicidades y como nos ha enseñado tan bien los medios de comunicación.

Es buena idea comenzar a des-construir la creencia de que el “buen sexo” solo es un encuentro fogosamente apasionado, una erección inagotable, una fuerza arrebatadora que se apodera a de nosotros y nos lleva inevitablemente a la penetración, y a la eyaculación.

Es tiempo de entender que esas son algunas de las expresiones de la sexualidad, pero no las únicas.

 

Más que un cuerpo físico

 

Somos mucho más que un cuerpo físico, no solo nos tocamos con las manos, no solo nos besamos con la boca, no solo es importante el tamaño, el grosor, la fuerza o la rigidez del pene, ni tampoco que dure mucho esa rigidez es lo que emociona.

Tener buen sexo no es lograr que alguien “caiga”, ni tampoco es demostrar ser un hombre más viril teniendo sexo por tenerlo, o con más personas.

Cuando hablamos de sexo, no solo estamos hablando de biología. Sexo es mucho más.

Un pene erecto, acompañando un cuerpo autómatico, con el corazón cerrado y carente de sentimientos, es una maquina inútil, porque el sexo no es algo técnico.

 

¿Que nos emociona?

 

Todos sabemos diferenciar un cuerpo que siente, que se emociona, que se conecta, de uno frustrantemente frío y automático.

Porque seguimos en el camino de unirnos cuando de antemano sentimos que no hay conexión amorosa en el sexo, porque nos permitimos esa suerte de automatismo insensible que es la penetración sin afecto.

El afecto es necesario, la unión, la penetración es satisfactoria si está acompañada de la mirada, la lengua, la boca, las manos, todo el cuerpo cargado de afecto, hasta la risa, la complicidad, la alegría se hace presente cuando es así.

Sin cariño, sin afecto, sin respeto el sexo es una descarga más, una masturbación más, una liberación de tensión o emociones que nos lleva corriendo a la ducha, al taxi de vuelta, sin cariño casi no pasa nada.

 

Prestar atención

 

Presta atención, tú sabes cuando no hay emoción, ni cariño, ni afecto, ni amor, pon atención, el sexo no causa miedo, no es un método de liberación emocional, ni una descarga eyaculatoria.

El sexo no solo se trata del cuerpo, es también alma, sensibilidad, historia personal, energía creadora, inteligencia infinita, voluntad, es una oportunidad de sanar y evolucionar.

El sexo sana, cuando es afectuoso, amoroso, repleto de honra, cariño y respeto por ti y por el otro.

Presta atención con quien te vas a la cama, el sexo no es lo que nos contaron.

Si quieres saber más o necesitas acompañamiento en el camino de auto conocerte y construir una sexualidad plena y consciente visita este link